El Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz alertaba en fechas recientes (previo al secuestro de la periodista Nairobi Pinto) de la probabilidad que se activase una fase de violencia selectiva para intentar derrocar al Gobierno Bolivariano.
Desde el inicio de la Semana Santa hasta este 22 de abril los sectores Santa Fe, Chacao y El Cafetal han sido objeto de ataques despiadados por parte de encapuchados que, como lo han venido demostrando las investigaciones, reciben financiamiento de células terroristas como Voluntad Popular, liderada por Leopoldo López.
El nuevo objetivo de la oposición, según los panfletos que corren por redes sociales, consiste en dejar a un lado las marchas, las cacerolas, los diálogos y todo tipo de manifestación pacífica para radicalizar los actos violentos "Cuando la tiranía se derrumba, procuremos no darle tiempo para que se levante" es el eslogan de la nueva oleada de vandalismo.
Además, los violentos sostienen que "solo la fuerza bruta", y no "las boletas electorales", puede tumbar los pedestales que sostienen a un gobierno democrático que ellos definen como "tiranía".
Vale la pena acotar que este 21 de abril, el Presidente de la Federación de Centros Estudiantiles de la Universidad Central de Venezuela, Juan Requesens, jugó posición adelantada avisando que el movimiento de estudiantes fascistas que lidera tiene planeado movilizarse dentro del municipio Libertador de Caracas y que cualquier acto violento que se desate en ese contexto será "responsabilidad del Estado". ¿Qué tal?