[ANÁLISIS] EL PASQUÍN DE MEZERHANE: Diario Las Américas trata a los hombres venezolanos de 'prepagos'

El diario Las Américas, el mas antiguo periódico en español de Miami y dedicado durante mucho tiempo a atacar de manera despiadada a la revolución cubana, lanzó ayer 2 de septiembre de 2014,  una nueva patraña contra los venezolanos y más concretamente contra los hombres de la patria bolivariana.


El pasquín mayamero publicó "un trabajo" de Christian G. Velásco, que consistió en una supuesta entrevista realizada por él a un presunto joven venezolano de nombre Miguel, donde concluye, sin tener como base un estudio serio, que "Muchos hombres se prostituyen  para sobrevivir en Venezuela"

Antes de hacer el análisis de este nuevo ataque contra los venezolanos con la intención de desprestigiar mediáticamente a la revolución bolivariana, resulta pertinente precisar quienes son los dueños de este panfleto disfrazado de diario.


Las Américas fue fundado el 4 de julio de 1953 por el nicaraguense Horacio Aguirre Baca y en 2013 fue vendido a varios inversores venezolanos, encabezados por el ex banquero Nelson Mezerhane, enemigo declarado de la Revolución Bolivariana, el comandante Hugo Chávez Frías y el presidente Nicolás Maduro, además de prófugo de la justicia.



Según fuentes cercanas a la operación, se pudo confirmar que Mezerhane, exdueño del Banco Federal y accionista del canal de televisión privado Globovisión, en su momento pilar mediático de la conspiración y acciones terroristas contra la democracia venezolana, es el principal promotor de esta iniciativa en la que también participa otra empresa periodística de Venezuela, que se encarga de encaminar la gestión editorial.

La supuesta entrevista comienza con una aseveración que refleja que en Venezuela "¡La vida está dura!" y remata expresando que "La crisis económica que ahoga al país ha llevado a muchas personas a obtener ingresos con oficios pocos convencionales y hasta considerados tabú dentro de una sociedad tan conservadora."

Describe entonces el redactor que a las 8 de la mañana "comienza la faena de un supuesto Miguel, un joven de 28 años, quien se desempeña en un cargo medio dentro de una cadena de farmacias durante la semana, a excepción de los días que dedica a su otra fuente de ingreso, el “prepago”, la modalidad de prostitución donde “primero se paga y después se cumple”, como él mismo explicó.

Mas allá de cualquier consideración, resulta denigrante que un comunicador, como el firmante de la nota, en aras de atacar desproporcionadamente a la revolución bolivariana, atente contra la masculinidad de los hombres de la patria, haciendo ver que se prostituyen para poder "sobrevivir" a la supuesta crisis económica que vive el país (en realidad se trata de una guerra económica), obviando que son los hombres y mujeres que están trazando la senda de su propio destino, que estudian, trabajan, gozan de seguridad social y contribuyen con el indetenible proceso emancipatorio que vive la patria de Bólivar y Chávez.

La Redoma quiere hacer público el texto completo de la entrevista fabulada de Velásco, para que quede como ejemplo de antiperiodismo, chismografía de la comunicación, guerra comunicacional de IV generación e inmoralidad en el ejercicio del periodismo.

Lea la entrevista:
"¡La vida está dura!" es una de las frases más comunes hoy en las calles de Venezuela. La crisis económica que ahoga al país ha llevado a muchas personas a obtener ingresos con oficios pocos convencionales y hasta considerados tabú dentro de una sociedad tan conservadora. 

A las 8 a.m. comienza la faena de Miguel, un joven de 28 años, quien se desempeña en un cargo medio dentro de una cadena de farmacias durante la semana, a excepción de los días que dedica a su otra fuente de ingreso, el “prepago”, la modalidad de prostitución donde “primero se paga y después se cumple”, como él mismo explicó. 

Relató que su inicio en este estilo de vida comenzó después de que una expareja suya, que se dedicaba a ese oficio, le mostró lo lucrativo del negocio que en ese momento, confesó, desconocía totalmente. “A veces es complicado, pero el final termina siendo parte de tu vida. Todo lo que te brinde comodidad y sobre todo soporte económico es importante”, comentó.

Tras ocho años dedicados al mundo del "prepago", Miguel lo asume con naturalidad pues -aseguró- que mucho de lo que ha logrado hasta ahora ha sido gracias a eso debido a la crisis que golpea a Venezuela. En su currículum, aparte de "brindar placer como trabajo", también suma dos carreras universitarias, Técnico en Informática e Ingeniería Civil, cursadas en una universidad privada venezolana donde, afirma, también se ha topado con hombres y mujeres que han decidido lanzarse al "prepago" para “subsistir”.

A eso le agrega que durante los últimos años son más los hombres jóvenes que se han sumado al oficio mediante agencias que anuncian en portales de internet, donde él mismo ha tenido su espacio pues tars la figura de los llamados streapers y gogo-dancers se esconde la prostitución masculina. 

“El medio se presta para conocer a muchas personas ligadas a la prostitución: desde figuras públicas que contratan 'prepagos' para todo un fin de semana, hasta líderes de las prisiones [conocidos localmente como 'pranes'], que organizan fiestas en esos lugares. Así se llega a muchos clientes que al final terminan ayudándote con favores no sexuales. Unos me han ayudado con empleos, trámites legales, consultas médicas y hasta servicios odontológicos”, relató. 

El precio del placer
Miguel ofrece diferentes tarifas, siempre dependiendo del servicio. Dentro de su lista de clientes hay mujeres, hombres y parejas heterosexuales, “que muchas veces quieren probar con un tercero y se convierten en fijos”, explicó. Los precios varían, 3.000 bolívares (470 dólares) por hora, y entre 4.300 y 4.500 bolívares (de 680 a 720 dólares) por parejas. Si se trata de un fin de semana completo, el ingreso es doble más los gastos de traslado en el país o al exterior. 

Para Miguel, un día de “trabajo” fuera de la farmacia empieza con una llamada del cliente. Afirmó que en la conversación se acuerda el sitio, las horas, y los servicios, y se hace énfasis en que el contratante es quien se encarga de pagar el hotel y el traslado si el servicio es fuera de su ciudad de residencia.

Confesó que no busca el placer y que la rutina es parte de este oficio. “Cuando se han visto tantos cuerpos las perspectivas cambian, el sexo es diferente, metódico, pensado. A estas alturas mi capacidad de asombro es mínima, ya todo es normal”. 

Aseguró que gracias a su trabajo, vive con comodidad. No obstante, reconoció que ha pensado en abandonar el estilo de vida pero la realidad lo detiene. “No creo que un venezolano sobreviva con un sueldo mínimo mensual [670 dólares] que es lo que yo gano tan sólo en una hora, por eso es difícil dejar algo que te ayuda tanto a sobrevivir”. 

Sobre sus perspectivas a largo plazo no tiene nada claro: “Ahora no planifico el futuro porque estoy lidiando con el presente”, que describió como la obligación de mantener un buen porte y condiciones físicas que sean del gusto de sus clientes, junto a una presencia impecable. “Mientras le pueda sacar provecho a mi cuerpo, siempre tendré la opción de ser un 'prepago' y tener ese ingreso que me ayuda a vivir. Puedo decir que ya aprendí a planificarme, organizarme y ahorrar porque el futuro es incierto”.


Créditos: La Redoma

Rafael Simón Ortega Rondón

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