PATINÓ CARLA ANGOLA: Quedó fuera de El Universal porque intentó publicar 'artículo tramoyero'

La mitomanía es considerada una patología psicológica donde el paciente miente sin control, llegando incluso a creer sus propias mentiras. Desde que el Presidente Hugo Chávez asumió la presidencia de la República en 1999, el canal de noticias Globovisión, asumió una línea editorial basada en el "saboteo", la conspiración y la transmisión sesgada de la realidad, propulsando líderes negativos y ocultando los éxitos que en todas las áreas obtenía el proceso revolucionario.


Para llevar a cabo esta operación mediática, los dueños de Globovisión se hicieron de los servicios de "anclas" con formación de derecha, criterios neoliberales y afectos al estilo de vida norteamericano.

Carla Angola, una comunicadora social novata, con características personales y físicas no convencionales, fue una de ellas. Rápidamente pasó por varias etapas, desde narradora secundaria de noticias, hasta llegar a ser una de los tres conductores de un patético programa denominado "Buenas Noches" 

En ese programa se tejieron matrices de opinión que obedecían a un plan, dirigido por el, para entonces, director general del canal, Alberto Ravell, un actor político de la IV República, ligado a negocios sórdidos y a grupos empresariales corruptos, afectados por la acción firme de la Revolución Bolivariana.

La señora Angola, vinculada al partido conservador Primero Justicia, entre halagos y acciones morbosas de su compañero de programa "Kiko" Bautista, fue escalando posiciones en el mismo y en poco tiempo se transformó en vocera mediática de los dueños de esa franquicia (PJ).

Una vez los dueños de Globovisión, procesados por casos de corrupción, estafa bancaria y estafa inmobiliaria, huyeran del país y posteriormente vendieran el canal, la señora Carla Angola renunció al mismo, luego que su compañero Bautista fuese conminado a moderar el tono de sus intervenciones en el programa y al negarse éste a hacerlo, fue despedido.

Angola actuó por "solidaridad automática" mas que con la razón. Realmente ella creía en Bautista y a pesar de saber que el programa se basaba en elementos manipulativos y falsos, para esconder la verdad y crear matrices de opinión también falsas, la mitomanía que padece la llevó a creer las falsedades que difundió.



Luego de su renuncia, se refugió en una controversial emisora de radio y gracias a su posición mediática altisonante, logró que el ultra conservador diario El Universal, le diera un espacio para escribir una pequeña columna en ese periódico.

Allí, Carla Angola, repitió el mismo patrón. El Universal, igual que Globovisión, cambió de dueños y aunque ha mantenido la misma línea editorial ultra conservadora y opositora radical contra el ahora Presidente Nicolás Maduro y su gestión, sus dueños reaccionaron ante la falta de respeto continuado, lenguaje soez, agresivo, discriminatorio, difamante, racista y "fascistoide" de algunas comunicadoras que operaban mas como actores políticos que como verdaderas periodistas.

Es así como los nuevos dueños de El Universal sugieren a Martha Colomina y a Alias "Rayma", volver a la sindérisis y encausar sus trabajos hacia una conducta ética y de respeto a todos los sectores. La respuesta fue contundente, ambos personajes renunciaron, se fueron, y a partir de allí, se declararon "censuradas" y "perseguidas del régimen"

Carla Angola, se apareció a El Universal con su columna de siempre. Esta vez, de manera retadora, apareció a la redacción con una cargada de veneno, la cual trajo consigo la reacción de los nuevos dueños quienes, presuntamente la "conminaron a cambiar el tono de lo escrito" por ella, ante lo cual renunció, según reflejó la señora Angola en la red social TWITTER.

La Redoma publica el texto completo de "la columna polémica" escrita por Carla Angola y publicada por ella en su cuenta en Facebook, el 19 de septiembre de 2014, bajo los efectos de una mitomanía descontrolada y cada día mas crónica:

"Una bacteria llamada Revolución

Por favor, mire a la parte superior de esta pagina de su periódico… allí, debería estar la columna de la profesora Marta Colomina. Mire por favor al lado izquierdo de este articulo… allí, debió aparecer como cada día, la viñeta de Rayma Suprani. Cuando comencé a escribir en “El Universal”, hicimos un convenio sin remuneración económica, perfecto no porque no lo necesitara, perfecto porque así podría traducir mis pensamientos y alma para la gente, no para el antiguo o el nuevo dueño del periódico. Recuerdo que me comentaron: tu columna será pequeña, pero estará en la misma página en la que aparece el análisis de la profesora Colomina y justo al lado de nuestra caricaturista desde hace 19 años. Suficiente pago y honor para mí. Pensé: todo el mundo verá mi cuadrito. Y ahora, desapareció de mi lado, el trabajo de estas dos damas del periodismo. El cuadrito se va quedando solo, tanto para el como para su autora se ha hecho hábito la despedida. Siempre de luto por un medio secuestrado o por una emisora temerosa y acomodaticia de la que te invitaron a salir. Siempre el adiós, incluso al canal que creíste tuyo, de los venezolanos, de su desconsuelo. El gran compañero de tu vida, ese con el que creciste y después dejó de parecerse a ti. Pero lo peor de la vida, siempre será la agonía y el desahucio. Esa amenaza de muerte que signa a los medios como una brujería, un conjuro que los condena de forma inevitable a elegir entre ser decapitados, desmembrados o a tomar un cuchillo y autoinfligirse un castigo que creen ineludible. Así es como el leviatán gana. Su víctima al final, le termina haciendo el trabajo. La guerra bacteriológica se diseñó en el 92 y se dispersó con un escalofriante éxito, sobre el país más sublime. Esta patria que no merece morir así, gradual, de esta afección que se ha hecho endémica, aguda, eterna. Llegaron, dicen, por amor al pueblo y resultaron ser de esos enamorados celosos que soportan mejor la enfermedad de su amante que su libertad. Dicen que una vida no vivida es un trastorno, un desarreglo del que se puede morir. ¿Qué clase de vida tienes Venezuela? Acosada por quien ya te condenó a padecer y acorralada por tu propio agotamiento. Una vez leí que el tedio es la peor de las enfermedades, porque es la única que nos permite seguir viviendo después de muertos."


Créditos: La Redoma 

Rafael Simón Ortega Rondón

Phasellus facilisis convallis metus, ut imperdiet augue auctor nec. Duis at velit id augue lobortis porta. Sed varius, enim accumsan aliquam tincidunt, tortor urna vulputate quam, eget finibus urna est in augue.