Este miércoles, 2 de abril, Reimy Chávez, ancla de la cadena privada venezolana, Globovisión, renunció durante una emisión en vivo del noticiero. "Esta será mi última ronda informativa, puesto que hasta este día trabajo en esta planta, por razones ajenas a mi voluntad y por diferencias de criterios", fue la oración que esgrimió el periodista para anunciar que abandonaría sus funciones en el canal de noticias. Desde que Globovisión cambió de dueños, se inició un proceso de desintoxicación de su estructura informativa, puesto que dicho canal se había forjado una fama dentro de los sectores más radicales de la derecha venezolana por su capacidad de manipular los hechos y colocarlos a favor de los intereses de la oligarquía nacional e internacional. No obstante, la planta mantiene su carácter de derecha y de duras críticas a la revolución bolivariana.
Allí siguen retransmitiendo emisiones de noticias de la cadena CNN en Español y existen espacios para que periodistas de la oposición hagan entrevistas que reten con libertad a voceros del proceso socialista que encabeza el Presidente Nicolás Maduro: Shirley, por ejemplo. Pareciese que aquellos que fueron manipulados por el odio que generaba Globovisión, aún no recapacitan; por el contrario, estos arremeten contra la planta, por no sentirse nutridos de odio y malinformación constante. Es por ello que desde la derecha se ha generado una campaña de descrédito contra dicho medio, el cual es acusado de colaboracionista y hasta chavista por los extremistas que apoyan a Leopoldo López y a María Corina Machado.
Posicionar ante el mundo la matriz de opinión de que en Venezuela no hay ni libertad de expresión ni de prensa ha sido una lucha diaria de la oligarquía que pretende retomar el poder en el país. Tras no haber podido lograrlo, y a falta de pruebas (ej. María Machado fue entrevistada el 31 de marzo por un canal privado con señal pública), se adelantan nuevas formas para hacer creer, ante el mundo, que Venezuela sufre una terrible censura mediática, veto supuestamente impuesto por Nicolás Maduro Moros, a quien se le creó una imagen de dictador a través de medios como Globovisión, CNN, NTN24 y Televen. Una de estas formas es hacer que periodistas de oposición renuncien en vivo, alarmando así a la mediática internacional. Qué coincidencia que Fernando del Rincón se enterase primero que nadie de lo sucedido y dedicara un programa entero a ello, con María Machado de invitada. Por si fuera poco, el joven Reimy Chávez aseguró que se desentendía de sus funciones por razones ajenas a su voluntad. ¿No era su voluntad renunciar en vivo? ¿Por qué lo hizo, entonces?
Lo cierto es que el periodista de Globovisión no ha sido el único en renunciar de forma pública y en vivo. Hace exactamente un mes la moderadora estadounidense del canal Russia Today America, Liz Wahl, lo hizo denunciando la existencia de censura dentro de dicho medio. Investigaciones arrojaron que la periodista norteamericana habría sido pagada por un gabinete estratégico neoconservador de su país para darle al medio alternativo una faceta autoritaria, que por supuesto no tiene, con el objetivo de prender aún más la mecha que pretende generar una nueva guerra fría entre EE.UU. y Rusia.
Resalta que la investigación hecha por RT indica que, tras renunciar, Wahl fue exaltada como heroína de la "libre prensa" en medios como CNN, al igual que el periodista venezolano. En conclusión, ni Reimy Chávez fue original, ni fue espontanea su decisión de renunciar al principal canal contraizquierdista de Venezuela.
Rafael Ortega Mata